sábado, 19 de abril de 2014

Asertividad


Asertividad

 

Como estrategia y estilo de comunicación, la asertividad se diferencia y se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la pasividad (o no asertividad). Suele definirse como un comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos. Cabe mencionar que la asertividad es una conducta de las personas, un comportamiento. Es también una forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia.


La palabra asertivo, de aserto, proviene del latín “assertus” y quiere decir 'afirmación de la certeza de una cosa'; de ahí puede deducirse que una persona asertiva es aquella que afirma con certeza. La asertividad es un modelo de relación interpersonal que consiste en conocer los propios derechos y defenderlos, respetando a los demás; tiene como premisa fundamental que toda persona posee derechos básicos o derechos asertivos.

¿Qué es la asertividad?                   


Hay quien considera que asertividad y habilidades sociales son términos sinónimos. Sin embargo, vamos a considerar que la asertividad es solo una parte de las habilidades sociales, aquella que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.

La asertividad no es simplemente saber decir sí o no, muchas son las definiciones de esta "palabra", se puede considerar parte de las habilidades sociales, que permite el defender nuestros derechos sin agredir y sin ser agredidos, es en síntesis, el saber cuándo, cómo, dónde y porque responder afirmativa o negativamente a una determinadas situaciones y peticiones, dicha respuesta depende de muchos factores tanto sociales como personales.

A. Rodríguez (2001, 7) "La asertividad se basa en el respeto y por tanto comporta la libertad para expresarnos respetando a los demás y asumiendo la responsabilidad de nuestros actos".

Según L. Sánchez (2000, 2) "Expresión directa de los propios sentimientos, deseos, derechos legítimos y opiniones sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de esas personas".

S. Robbins (2001, citado en Vanegas, 2003, 1) señala que "La asertividad hace que los estímulos que nos llegan sean los que exactamente nos fueron enviados; y hace que enviemos aquellos mensajes que en realidad queremos mandar y que esencializan nuestro respeto y el de los demás"

Según C. Sánchez (2003, 1) "La asertividad es un tipo de habilidad social que se posee en mayor o menor medida. Además, una misma persona puede exhibir una respuesta más o menos asertiva según la situación que afronte y el momento en que ésta se produzca".

Conducta asertiva:

Según Hernández (2003, 6) "Una conducta asertiva facilita un flujo adecuado de información en los grupos de trabajo y potencia la creación de más de una solución a los posibles problemas laborales que vayan surgiendo en el día a día".

La conducta asertiva es una capacidad de decir sin miedo lo que se siente teniendo en cuenta cómo hacerlo y porque, analizando la situación y llevando a cabo la mejor reacción ante el problema la cual dará satisfacción tanto al individuo, como a los que participan en el suceso.

La conducta asertiva es una forma de expresar nuestros derechos antes los demás:

  • El derecho a expresar nuestras ideas y emociones
  • El derecho a usar nuestro tiempo, cuerpo y dinero como queramos
  • El derecho a decidir cuándo si podemos o no ayudar a alguien
  • El derecho a preguntar y pedir ayuda cuando lo consideremos necesario
  • Derecho a cambiar de ideas, pensamientos y formas de actuar
  • Derecho a dejar de sentirnos inferiores y comenzar a lograr el éxito

Estos son algunos de los derechos que debemos mostrar a nuestros semejantes al comportarnos asertivamente, no olvidando ante todo el derecho a elegir nuestros propios caminos.

Morera y Franco (2004, 1) son de opinión que "La asertividad es, actualmente, una "técnica" comunicativa que nos permite, a partir del receptor hacia nosotros mismos, incidir en la modificación de la conducta de los demás"

La conducta asertiva nos ayuda también a tener la capacidad de pedir o más bien negociar de forma correcta con los que nos rodean, negociación basada en lo que deseamos transmitir de forma correcta y respetuosa sin necesidad de ser tímido o agresivo a la hora de hablar.

Es entonces una técnica para comunicar y a su vez modificar la conducta y manera de pensar de otros a través de la negociación de forma asertiva. Por tanto la persona que aborda una situación de forma asertiva tiene más posibilidades de lograr una solución satisfactoria, no solo para ella, sino para los que intervienen.

Con la vejez viene la sabiduría, dicta un viejo adagio, esto es muy cierto puesto que con la experiencia social, se adquieren los conocimientos necesarios para formarnos como individuos con carácter y con una personalidad asertiva ante la vida, no se puede aprender todo en un día, por lo cual para llegar a ser una persona completamente asertiva en todo sentido se debe de ir gradualmente y día con día inculcando los pensamientos e ideas que harán de nosotros mismo alguien mejor y con más confianza con el paso del tiempo.

Además las personas tienen que reconocer también cuáles son sus responsabilidades en esa situación y qué consecuencias resultan de la expresión de sus sentimientos. La conducta asertiva no tiene siempre como resultado la ausencia de conflicto entre las dos partes; pero su objetivo es la potenciación de las consecuencias favorables y la minimización de las desfavorables.

Causas de la falta de asertividad:

La asertividad evoluciona, su raíz es la interacción y la experiencia a través de formación social de cada individuo, que debilitan o refuerzan tanto su confianza como su autoestima a lo largo de su existencia.

Desde la infancia definimos los rasgos que más adelante nos distinguirán de otros individuos, nuestro carácter, personalidad, ideales, creencias, miedos, defectos, todo esta mezcla de características están entrelazadas formando lo que se conoce como un ser humano, cada pensamiento de cualquier persona tiene un fundamento y se basa en todas estas características, la idea de ser o no ser capaz de algo también está fundamentado en ellas, por lo cual tanto la autoestima, la confianza y por ende la asertividad dependen de lo mismo.

La falta de asertividad por tanto es parte de la decadencia o debilidad de las características básicas del carácter, pero también la falta de un ideal o meta, generan pérdida de autoestima y asertividad.

Si no tenemos bases como un ideal o una meta nuestro carácter es débil, pues estos alicientes abonan la confianza en nosotros para lograr los objetivos, o la para cumplir con nuestra ideología, generando una conducta asertiva respecto a nuestros propósitos; significa en si decir de frente y sin temor en que se cree y hacia donde se desea ir, sin que nadie más interfiera, esto no es más que demostrar nuestros derechos como seres pensantes a través de la conducta asertiva.

Muchos son los factores que afectan la falta de asertividad, pero los más importantes son:

  • Falta de carácter.
  • No tener metas ni objetivos.
  • Falta de confianza en nuestras habilidades.
  • Depender siempre de otros.
  • No tener fuerza para expresar nuestros derechos.
  • No aceptar que nos podemos equivocar.
  • Falta de creencias e ideologías.
  • Poca astucia para afrontar los retos.
  • Ajustar nuestro carácter al de los demás, solo para ser aceptados.



Recuerde: Ser asertivo no significa querer llevar siempre la razón, sino expresar nuestras opiniones y puntos de vista, sean estos correctos o no. Todos tenemos también derecho a equivocarnos.


 
Algunas estrategias para hacer más eficaces las respuestas asertivas:

Tener un buen concepto de sí mismo. Mucha gente no es asertiva porque carece de autoestima. Es importante recordarse a sí mismo que se es tan importante como los demás y tomar en serio las propias necesidades.

Planificar los mensajes. Conseguir que todos los hechos y puntos estén aclarados con antelación, confeccionando notas de referencia si la situación lo permite. Esto ahorra tiempo, produce confianza y puede disminuir la intimidación por parte de los demás.

Ser educado. Enfadarse provoca confusión en uno mismo y hace que los demás vean al individuo débil, histérico y con una baja credibilidad. Hay que recordar que se deben tomar en consideración los puntos de vista de los demás y comunicarles que se entiende su punto de vista. Negar o ser testarudo no suele funcionar a largo plazo. Es mejor guardar la calma y educada, pero firmemente, exponer la opinión propia.

Guardar las disculpas para cuando sean necesarias. No se debe pedir excusas, a menos que sea necesario hacerlo. Si se reservan las disculpas para cuando sean apropiadas, no se disminuirá ni su valor ni el propio, y los demás tomarán al individuo en serio para otros asuntos.

No arrinconar a los demás. El hecho de hacer esto habitualmente provocará cólera y resentimiento, lo cual siempre dificulta las relaciones. Si uno se quiere asegurar la cooperación de los demás, siempre se les debe proporcionar, cuando sea posible, una salida (con suerte, la salida que uno desea) y se deben esbozar las consecuencias constructivas de tal alternativa para los demás y para uno mismo.

Nunca recurrir a las amenazas. Si se responde a cualquier injusticia con fuertes amenazas, la credibilidad y la cooperación que se pretenden desaparecerán. Una afirmación tranquila de los pasos que se está dispuesto a seguir es mucho más eficaz. También si se afirma que se seguirán una serie de pasos, hay que asegurarse de hacerlo, para que así las respuestas de uno sean tomadas en serio en el futuro.

Aceptar la derrota cuando sea necesario. La aserción comporta comprensión cuando las acciones subsiguientes no son constructivas, aceptando la derrota con elegancia, en buenos términos con el otro. Los malos sentimientos saldrán más tarde. Si se le ve aceptar situaciones cortésmente tras una discusión, la gente le respetará más. A nadie le gusta ser un mal perdedor.

Ejemplos:

Ø  Usted se sienta en un restaurante a cenar. Cuando el camarero le trae lo que ha pedido, se da cuenta de que la copa está sucia, con marcas de pintura de labios de otra persona. Usted podría:

  • No decir nada y usar la copa sucia aunque a disgusto. (Conducta pasiva)
  • Armar un gran escándalo en el local y decir al camarero que nunca volverá a ir a ese establecimiento. (Conducta agresiva)
  • Llamar al camarero y pedirle que por favor le cambie la copa. (Conducta asertiva)

Este ejemplo ilustra los tres puntos principales del continuo de asertividad:

Ø  Un compañero de trabajo le da constantemente su trabajo para que Ud. Lo haga. Usted decide terminar con esta situación. Su compañero acaba de pedirle que haga algo de su trabajo. Usted le contesta:

  • Estoy bastante ocupado. Pero si no consigues hacerlo, te puedo ayudar. (Conducta pasiva)
  • Olvídalo. Casi no queda tiempo para hacerlo. Me tratas como a un esclavo. Eres un desconsiderado. (Conducta agresiva)
  • No, Pepe/Ana. No voy a hacer nada más de tu trabajo. Estoy cansado de hacer, además de mi trabajo, el tuyo. (Conducta asertiva)

Se pueden usar cualquiera de las técnicas para decir "no ", como la del disco rayado, o el banco de niebla.

Ø  Al conseguir un nuevo empleo, se desea conocer a los compañeros de trabajo, y para lograr se puede:

  • Esperar a que ellos se presenten. (Conducta pasiva)
  • Mostrar indiferencia y hacerse el duro. (Conducta agresiva)
  • Presentarse con educación y entablar una conversación con cada uno. (Conducta asertiva)

Uno cree que merece un aumento o promoción y desea pedírselo al jefe, para lograrlo se puede:

  • Exigir sin tacto, y tratar de forzar a que den el aumento. (Conducta agresiva)
  • Exponer de manera respetuosa las razones por las cuales se cree merecedor del aumento o promoción, si a la primera no se obtienen los resultados deseados, intentarlo de nuevo siempre manteniendo la calma. (Conducta asertiva)

En este último ejemplo se defienden los propios derechos (derecho a pedir ayuda y a expresar las opiniones) sin vulnerar los derechos del otro, puesto que no hay ningún tipo de orden, menosprecio o agresividad hacia la otra persona. Ser asertivo es expresar nuestros puntos de vista respetando el de los demás.

          Mujer: "Paco, ¿podrías ir a recoger a los niños al colegio?, tengo aun que preparar la lección para mañana y creo no me dará tiempo."

          Marido: "Los siento María, pero acabo de volver del trabajo y estoy muy cansado, ve tú."

          Mujer: "Sé que estás muy cansado, normal porque te esfuerzas mucho en tu trabajo. Tu jefe debería de darse cuenta de eso y no cargarte con tantas tareas. Pero te pido el favor de que recojas los niños, ya que tengo que hacer este trabajo para mañana. Luego podremos descansar."

 
 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario